Los retrocesos implican más daño, más violencia y más muertes de niñas y mujeres. En el Día Internacional de Erradicación de las Violencias contra las Mujeres, y durante los 16 días de activismo, Hora de Obrar y SEDi reafirman que la vida es sagrada en toda su diversidad y que la vida libre de violencias es un derecho humano.
Lejos estábamos de alcanzar todos los objetivos de la agenda de género, sin embargo el gobierno está desmantelando políticas públicas clave. Un ejemplo es el desguace del Plan ENIA, que redujo al 50% los embarazos adolescentes no intencionales. Los recortes de presupuesto y despidos masivos afectan directamente a los programas de salud sexual y reproductiva. Una muestra de esto, es que la distribución de métodos anticonceptivos ahora depende de las provincias, sin presupuesto.
También se destruyen políticas que protegen a las mujeres de la violencia, como la línea de atención 144 y el Programa Acompañar para fortalecer la independencia económica de mujeres y LGBT en situación de violencia de género. Sólo en el primer trimestre de 2024, de las 2,462 mujeres que solicitaron el Acompañar, apenas 434 recibieron ayuda, dejando desprotegidas a mujeres en riesgo extremo. El presupuesto ejecutado para estos programas en 2024 alcanza solo un 15%, afectando de manera directa y crítica a mujeres y diversidades que enfrentan situaciones de violencia.
La violencia contra las mujeres trasciende fronteras
No sólo estamos hablando de un problema local. Este retroceso está trascendiendo fronteras. Argentina, que fue históricamente un líder en la defensa de los derechos de las mujeres, hoy está tomando decisiones que envían un mensaje equivocado a toda la región. Argentina fue el único país del mundo que votó en contra de la prevención y eliminación de todas las formas de violencia contra mujeres y niñas en las Naciones Unidas.
Los casos de violencia basada en género en el mundo aumentaron en más de un 50% en relación al 2023, según la propia ONU. En el último año, unas 51.100 mujeres y niñas murieron a manos de sus parejas u otros familiares. Esto significa que, en promedio en el mundo, una mujer es asesinada cada 10 minutos.
Según datos registrados hasta el 30 de octubre, 207 mujeres han sido asesinadas en Argentina durante este año: una cada 35 horas. Paraguay contabiliza 27 femicidios y 40 casos de tentativa en lo que va del 2024 mientras que en Uruguay 23 mujeres perdieron la vida por razones de género.
El rol de las comunidades de fe
En todo esto, las comunidades de fe también tienen un rol clave. “Las estructuras patriarcales deben ser desafiadas. Es hora de promover una Fe transformadora, que busque la igualdad y no la discriminación”, afirmó Pilar Cancelo, directora ejecutiva del Servicio Evangélico de Diaconía.
En sintonía, Nicolás Rosenthal sumó: “Tenemos que abrir espacios para nuevas formas de hacer las cosas, para nuevas prácticas que respeten la diversidad y que garanticen la igualdad de género, en comunión unos con otras. Por eso, promovemos el mensaje liberador del evangelio en pos de la salud integral, el respeto de la igualdad y de la diversidad, cuidando los afectos y los derechos de todas las personas”.
Si estás atravesando una situación de violencia comunicate en Argentina al 144, en Uruguay al *4141 y en Paraguay al 137.