
En nuestras comunidades, las voces de las mujeres mbya guaraní laten con fuerza. Somos trabajadoras de la tierra, referentes comunitarias, futbolistas y guardianas de la vida. Crecimos entre el monte y los yerbales, aprendimos de nuestras abuelas a resistir y hoy caminamos juntas, defendiendo la vida, la tierra y nuestros derechos.
La educación, la salud comunitaria, las plantas medicinales y la palabra compartida son parte de nuestro Tapé Porá, el buen camino que soñaron nuestras mayores. Cada paso que damos abre sendas para las que vienen detrás: para que ninguna niña tenga miedo de jugar, para que ninguna mujer tenga vergüenza de alzar la voz, para que nuestra espiritualidad siga uniendo tierra, agua, viento y fuego.
Hoy reafirmamos nuestro compromiso: cuidarnos entre nosotras, sostener nuestras comunidades vivas y libres de violencias, y seguir caminando con la frente en alto, porque sabemos que ahí está nuestra fuerza.
Mujer, mbya, trabajadora, futbolista, sanadora, lideresa. Somos todas. Somos una. Y seguimos creciendo, como el monte.